Si bien es cierto que estamos viviendo la era tecnológica, también es cierto que las generaciones actuales están enfocadas en el desarrollo profesional por emoción, es decir, la pasión se ha vuelto determinante en el desarrollo personal.
¿Están las organizaciones preparadas para brindar a las nuevas generaciones las expectativas que tienen?
En el presente post vamos a hablar un poco desde esta trinchera de una tendencia de gestión de talento humano que cada día esta tomando más importancia: el contrato emocional.
Inicialmente el contrato emocional se conceptualiza gracias a diferentes investigadores sociales que buscaban ayudar a los empleados en su auto-realización, pero enfocados en los objetivos organizacionales, alcance de metas, aumento de producción, disminución de huelgas, entre otros, es decir, ganancias para las empresas.
Actualmente el contrato emocional, o psicológico como muchos lo conocen, no esta apartado de ese concepto, pero a medida que los sistemas económicos y las generaciones han ido avanzando, por supuesto que tenemos que ampliar la conceptualización y puntualizar de que se trata.
Hoy en día las organizaciones tienen una gran competencia, el personal conoce sus capacidades y se sabe que la información y el crecimiento profesional esta a la orden del día gracias a las herramientas tecnológicas, también es sabido que estamos en una generación de emprendimiento, por lo tanto el reto mayor de las empresas al momento de reclutar y seleccionar personal esta en el vincular a los candidatos de manera emocional mas allá de los beneficios socioeconómicos, así mismo, como los contratos son mutuos acuerdos, las organizaciones también tienen una serie de expectativas con respecto a sus miembros, que serian los beneficios de esta vinculación emocional que tendrían los empleados a la empresa.
¿Cómo llegamos a un contrato emocional con una empresa? Desde el momento que la organización inicia el reclutamiento y la selección del personal se ve cierta influencia de emociones, la percepción que tiene la empresa de nosotros, y nosotros de la empresa, ahí empieza la positiva o negativa vinculación, ahora bien cuando se negocian los términos del contrato formal (beneficios socioeconómicos y obligaciones mutuas), es una parte muy importante ya que esto genera seguridad tanto a la empresa como al personal, y la seguridad se traduce en estabilidad emocional.
¿Cuáles serian los factores de ambas partes para un contrato emocional?
-Empleado (que espera la empresa del empleado): sentido de pertenencia, compromiso, responsabilidad, ética, capacidad de cumplimiento, comunicación asertiva, transparencia, disciplina, creatividad, concentración, innovación.
-Empresa (que espera el empleado de la empresa): reconocimiento de méritos, buen ambiente laboral, conciliación, buena comunicación, intención positiva de las acciones.
Se puede decir que el contrato emocional es la correcta vinculación de las expectativas entre la empresa y el empleado, al estar armónicas ambas partes, se obtiene un mejor comportamiento organizacional y personal, el alcance de los objetivos de los dos bandos se verán reflejados. Ejemplos:
1. Si la empresa ofrece a sus empleados la capacidad de desempeñar sus funciones bajos los conceptos de integración y desenvolvimiento de su potencial en su máxima expresión, psicológicamente el personal se siente seguro de desempeñar sus funciones a plenitud.
2. Si la empresa reconoce los méritos de su personal, estos reconocen a la empresa como una fuente de crecimiento.
Este tema abarcar muchos aspectos, inicialmente en este post se indica como se considera actualmente un contrato emocional, y los aspectos que contiene, en siguientes post se desarrollaran otros aspectos que irán complementando la información que aquí reflejamos, ¿Cómo seria un plan de reconocimiento de méritos efectivo? ¿Cómo generar buenas comunicaciones organizacionales?, entre otros.
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